5 sesgos cognitivos con los que tu mente pretende engañarte - KERALA PSICOLOGÍA
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5 sesgos cognitivos con los que tu mente pretende engañarte

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5 sesgos cognitivos con los que tu mente pretende engañarte

Los sesgos cognitivos son efectos psicológicos que hacen procesar la información recibida por nuestros sentidos de manera errónea, lo cual provoca una interpretación ilógica y distorsionada de la realidad.

Estos sesgos vienen motivados por la tendencia innata que tenemos las personas de querer entender y predecir todo lo que nos rodea, realizando hipótesis que justifiquen la razón de ser de las cosas.

Pero la mente tiene sus limitaciones y no es capaz de procesar la ingente cantidad de información que recibe a diario. Por eso, para procesar la información, nuestro cerebro se vale de una serie de reglas o “atajos” para dibujar la información que le falta y ayudarnos a pensar mejor y más rápido. Estos sesgos provienen de una necesidad evolutiva de nuestra especie para emitir juicios y opiniones de manera rápida como respuesta a los estímulos que recibe.

Estas interpretaciones equivocadas de la realidad son más habituales de lo que se puede creer y afectan a las miles de decisiones que tomamos cada día, desde la ropa que nos ponemos hasta a qué partido político votamos.

En este post hemos querido mostraros 5 ejemplos. ¡Vamos allá!

1- El efecto anclaje

Tendemos a dar mayor importancia a la información que recibimos en primer lugar, sea cual sea el tema, la cual hace de ancla en nuestros pensamientos. Si, por ejemplo, vives en una ciudad en la que pagas 600€ al mes de alquiler, cuando te mudes de ciudad esa será tu referencia a partir de la que decidirás si el precio es alto o bajo.

2- La maldición del conocimiento

A menudo, aquellas personas que sobresalen en alguna disciplina, ya sea académicamente o deportivamente hablando, suelen tener dificultades para ponerse en el lugar de otras personas que no gozan de su nivel de conocimientos sobre una materia.

Este sesgo cognitivo, que está relacionado con la empatía, ocurre debido a que una vez que sabemos algo, nos resulta muy difícil imaginar cómo era no saberlo.

3- El efecto halo

Tiene lugar cuando generalizamos un rasgo positivo de una persona a otros aspectos de su vida sin relación aparente. Por ejemplo, tendemos a pensar que una persona guapa es más inteligente y generosa que otra menos agraciada, por mucho que sean cualidades que no tienen nada que ver.

¿No te lo crees? Entonces mira este vídeo:

4- Sesgo de información

Frecuentemente tendemos a necesitar más información de la necesaria antes de tomar cualquier decisión, a pesar de que esta información no nos aporte nada nuevo. Esta necesidad de almacenamiento de información nos lleva a la “inacción por sobreinformación”, o lo que es lo mismo, entrar en un estado de indecisión permanente bajo la premisa de no contar aún con toda la información necesaria. Estamos capacitados para decidir, pero el miedo a que la decisión no sea buena nos atenaza.

5- Sesgo de retrospectiva

Sucede cuando, después de ocurrido un hecho, afirmamos que ya teníamos conocimiento de lo que iba a suceder. – ¡Yo eso lo veía venir! – decimos a menudo. Esto ocurre porque, ante la obviedad de unos hechos, reconstruimos el pasado con conocimiento actual y modificamos la opinión que nos habíamos formado.

Y es que como reza el dicho popular: ¡Una vez de visto, todo el mundo es listo!

Y tú, ¿habías oído hablar de estos sesgos? ¿Te identificas o identificas a alguien conocido en alguno de ellos?

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